Los jammers son dispositivos que se utilizan para interferir o bloquear señales de comunicación, como las de radio, Wi-Fi, Bluetooth, GPS o teléfonos móviles. El propósito principal de un jammer es generar interferencias en la frecuencia de la señal, impidiendo que los dispositivos que dependen de esas señales funcionen correctamente.
A esta interferencia se le conoce como “jamming”. En artículos pasados ya hemos hablado de este fenómeno y por qué es peligroso para las operaciones de transporte. Si te lo perdiste o deseas volver a leer nuestro artículo sobre jamming, da clic aquí.
Los jammers pueden ser utilizados de manera ilegal en muchos países, ya que interrumpen las comunicaciones, mientras que su uso está regulado por leyes de telecomunicaciones.
En México, por ejemplo, estos artefactos se han convertido en un gran problema, ya que son utilizados por delincuentes para interrumpir la señal de los localizadores de camiones de carga. Esto los deja vulnerables ante atracos.
¡Pero los jammers no son necesariamente malos! En algunos casos, se emplean en situaciones específicas, como dentro de áreas de alta seguridad, o para evitar el uso de teléfonos móviles en lugares donde están prohibidos, como en prisiones o salas de exámenes. No obstante, su uso sin la debida autorización es ilegal en muchas partes del mundo.
En este artículo, te explicaremos datos esenciales de estos dispositivos tan controversiales.
¿Para qué se utilizan los jammers?
Como ya mencionamos, existen muchas utilidades para estos artefactos, en el marco de lo legal.
Seguridad en entornos sensibles
- Instituciones penitenciarias: Los jammers pueden emplearse en prisiones para bloquear las señales de teléfonos móviles, evitando que los reclusos se comuniquen de manera ilegal con el exterior.
- Zonas de alto riesgo o eventos de seguridad: En lugares como embajadas, bases militares o eventos importantes, los jammers pueden ayudar a prevenir ataques cibernéticos o el uso no autorizado de dispositivos de comunicación, como teléfonos móviles.
Protección contra drones no autorizados
Los jammers se pueden usar para bloquear las señales de control de drones, impidiendo que estos operen en áreas restringidas, como aeropuertos, instalaciones militares o eventos masivos. Esto ayuda a prevenir riesgos de seguridad asociados con drones no controlados.
Confidencialidad en reuniones o investigaciones
En reuniones sensibles o investigaciones de seguridad, los jammers pueden garantizar que los dispositivos de comunicación, como teléfonos móviles, no interfieran ni filtren información. Esto es particularmente útil en sectores como la defensa o las agencias gubernamentales.
Protección en entornos de alta seguridad
En áreas donde las comunicaciones inalámbricas podrían ser aprovechadas por atacantes para acceder a sistemas o transmitir información de manera maliciosa, como en fábricas o plantas de energía, los jammers pueden ofrecer una capa adicional de protección.
Tipos de jammers
Existen varios tipos de jammers, que se diseñan para bloquear diferentes tipos de señales de comunicación, dependiendo de la frecuencia que deseen interrumpir. A continuación, enlistamos algunos de los jammers más comunes, de acuerdo a los equipos o señales que intervienen.
Para teléfonos móviles:
Bloquean las señales de redes de telefonía móvil (2G, 3G, 4G y, en algunos casos, 5G). Impiden que los teléfonos envíen o reciban llamadas o mensajes.
Para Wi-Fi:
Intervienen las señales de las redes Wi-Fi (frecuencias típicas de 2.4 GHz y 5 GHz), evitando que dispositivos como computadoras, teléfonos o routers se conecten a internet a través de estas redes.
Para GPS:
Bloquean las señales de los satélites del sistema de posicionamiento global. Impiden que dispositivos como teléfonos móviles, vehículos o sistemas de navegación reciban información de ubicación.
Para Bluetooth:
Interrumpen las señales de equipos que utilizan la tecnología Bluetooth para la transmisión de datos a corta distancia.
Para radiofrecuencia (RF):
Bloquean una gama más amplia de frecuencias de radio, incluyendo AM, FM, y otras señales específicas, utilizadas por dispositivos electrónicos.
Para señales de control de tráfico aéreo (ATC):
Interfieren con las señales de comunicación entre los controladores de tráfico aéreo y las aeronaves, lo que puede tener implicaciones graves si se usa de manera indebida.
Para señales RFID:
Bloquean las señales de sistemas de identificación por radiofrecuencia (RFID), que se utilizan en tarjetas de acceso, sistemas de pago sin contacto y etiquetas de inventario.
Por supuesto, estos son tan solo algunos de los tipos de jammers que existen; en realidad, su capacidad es mucho más extensa.
Cabe destacar que, si bien en este apartado dividimos a los jammers de acuerdo a las señales que interfieren, existen también los jammers de banda ancha. Estos tienen la capacidad de obstruir la comunicación en varias frecuencias; por ejemplo, un solo dispositivo podría bloquear señal GPS, Wi-Fi y Bluetooth.
Como verás, si bien los jammers suelen caer en manos equivocadas y utilizarse para la delincuencia, no se trata precisamente de equipos diseñados para estos propósitos. Lo cierto es que son artefactos que, si bien deben utilizarse con discreción, tienen múltiples utilidades y beneficios.
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