Las olas de calor llegaron más temprano este año. Desafortunadamente, este fenómeno trae consigo un sinnúmero de problemas para las empresas que operan transporte de carga.
Las olas de calor pueden tener diversas causas, pero en los últimos años se ha observado que la contaminación global está contribuyendo significativamente a su frecuencia e intensidad. El aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera –como el dióxido de carbono– está provocando un calentamiento global. Esto aumenta la probabilidad de condiciones climáticas extremas, como las olas de calor.
En este artículo, mencionaremos las consecuencias que tienen las olas de calor en los procesos de transporte.
Efecto de las olas de calor en el transporte
Las olas de calor afectan a los camiones de carga de varias maneras. Primero, el calor extremo puede aumentar la temperatura del motor y otros componentes del vehículo. Esto provoca un mayor desgaste y riesgo de averías.
En el menor de los casos, estos problemas pueden ocasionar retrasos en el proceso de entrega. Casos más graves incluyen daños a la mercancía e, incluso, al transportista.
Además, las altas temperaturas pueden afectar la eficiencia del combustible. Por ejemplo, cuando el clima es muy caliente, el aire que ingresa al motor tiende a ser menos denso. Esto resulta en una mezcla aire-combustible menos óptima para la combustión eficiente. El calor aumenta la evaporación del combustible, lo que puede provocar grandes pérdidas. Adicionalmente, el calor influye en el rendimiento del sistema de enfriamiento del motor, lo que puede hacer que el motor trabaje más duro y consuma más combustible para mantenerse a una temperatura operativa segura.
Los conductores también pueden enfrentar condiciones de trabajo peligrosas si no cuentan con sistemas de refrigeración adecuados en la cabina. Peor aún si, debido a una avería, se ven obligados a esperar bajo el sol.
Sumado a todo lo anterior, las altas temperaturas aumentan el riesgo de incendios en áreas con vegetación seca. Esto puede provocar retrasos en las entregas y accidentes de tráfico, en caso de que se cierren las vías.
Consecuencias para los vehículos refrigerados
Como ya vimos, las olas de calor acarrean consecuencias para los vehículos de carga en general. No obstante, existen complicaciones específicas para aquellos que transportan mercancía refrigerada.
En primer lugar, el calor extremo puede hacer que los sistemas de refrigeración trabajen más duro para mantener las temperaturas internas dentro de los rangos deseados. Esto aumenta el consumo de combustible y la probabilidad de fallas en el sistema.
Si el vehículo está estacionado durante largos periodos bajo el sol, la temperatura interna puede aumentar significativamente, lo que podría comprometer la integridad de los productos refrigerados o congelados transportados en el interior. Esto puede resultar en pérdidas económicas para las empresas de transporte y en la posibilidad de productos dañados o descompuestos para los clientes finales.
Si bien la avería de una caja refrigerada es siempre un problema, con temperaturas elevadas resulta más difícil maniobrar la mercancía. La temperatura de los productos sube a niveles alarmantes si no se encuentran refrigerados. Esto quiere decir que las empresas deben actuar con mayor velocidad ante cualquier percance.
Toma estas precauciones
Como tal, una empresa no puede evitar las olas de calor; se trata de un problema inevitable, como los desastres naturales. Lo que sí es posible es tomar medidas para reducir los problemas subsecuentes. Aquí enlistamos algunas de ellas.
- Mantener los vehículos en buen estado, para evitar averías durante condiciones extremas de calor.
- Programar mantenimientos preventivos, para asegurar el funcionamiento óptimo de los sistemas de refrigeración.
- Implementar horarios flexibles, para evitar viajes en las horas más calurosas del día.
- Proporcionar agua fresca a los transportistas.
- Educar al personal sobre cómo reconocer y tratar la insolación o deshidratación.
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