Uno de los retos de trabajar desde casa es la productividad. Las personas tienden a perder tiempo cuando no están bajo supervisión, y esto conduce a una disminución de los índices de producción. Cuando estás en el trabajo, sabes exactamente cuántas tareas hay que completar en el día; hay poco tiempo libre, te vigilan los jefes (o incluso los miembros de tu familia) y te pagan por horas o por proyectos.

Como teletrabajador, es difícil cumplir los plazos a tiempo por varias razones:

• Distracciones a la mano y sin supervisores en sitio: La gente es más propensa a navegar por la web, a atender cuentas de correo electrónico personales basadas en la web.
• Sin horario. La falta de un horario establecido puede conducir a trabajar demasiado o demasiado poco, creando como consecuencia en el primer caso el
• Sin vigilancia ¡Esta es la razón más común!: La gente trabaja en el teletrabajo porque trabaja mejor cuando no está sometida a las restricciones del trabajo en
• Falta de contacto frente a frente con tu equipo: El hecho de que no haya compañeros de trabajo que te molesten o que te controlen puede hacer que flojees o te distraigas. Al trabajar desde casa, una persona no tiene un jefe que le mire por encima del hombro preguntándole si ha completado una tarea.

Con todas las consideraciones anteriores, pareciera que el teletrabajo no es una tarea fácil ni algo que pueda adaptarse al estilo de vida de cualquier persona, ¿no?

Teletrabajo: ¿el esquema del futuro?

Tal vez no (para todos).

Los beneficios del teletrabajo son bien conocidos: la capacidad de gestionar el tiempo personal, la flexibilidad en el horario y el lugar de trabajo, el aumento de la productividad al haber menos distracciones, etc. Estos beneficios permiten a las personas lograr más en menos tiempo que si estuvieran confinadas en un cubículo en el trabajo.

Los puestos de mayor nivel tienden a verse afectados por estas más que los puestos de entrada. El nivel de responsabilidad que se otorga a los teletrabajadores es cada vez mayor, y cada vez más empresas están implantando el programa sólo por esta razón.

Para los directivos, hacer que los empleados trabajen desde casa puede ser beneficioso porque no se necesita un espacio de oficina ni un equipo caro. Los directivos disfrutan de una reducción de los gastos generales, así como de un aumento de la productividad (o al menos, casi siempre).

Sin embargo, hay una tercera razón para el teletrabajo que se está haciendo más popular entre los trabajadores: permite a la gente tener un mejor control sobre su vida personal. Cuando la gente teletrabaja, puede bajarse del tren del trabajo inmediatamente. Esto significa que no debe invertir tiempo en traslados y le queda más “tiempo de vida” para otras actividades como el disfrutar de la compañía de su familia. Pero es justamente aquí donde la línea entre lo conveniente y la irresponsabilidad puede verse un tanto difusa.

La tentación de las distracciones contra la responsabilidad

Como mencionamos en párrafos anteriores, existen retos a enfrentar cuando se trabaja desde casa. La gran mayoría dependen de la responsabilidad del trabajador.

La imagen del teletrabajador está cambiando mientras hablamos: no todos los trabajadores son directivos o ingenieros de alto nivel; cada vez más empleados, incluidos los obreros y los administrativos, teletrabajan al menos un día a la semana. Aunque esto puede causar problemas para cumplir los plazos, también puede ser beneficioso.

El lado positivo es que estos empleados se vuelven más productivos y eficientes trabajando desde casa, y esto ahorra dinero a la empresa. Por supuesto, también puede ser un arma de doble filo: cuando entran en el trabajo, tienden a distraerse socializando con los compañeros o simplemente divirtiéndose en el trabajo en lugar de hacer su trabajo.

Qué tomar en cuenta antes de asignar a alguien a teletrabajo

¿Qué podemos hacer? Primero que nada, tomar en cuenta el perfil del trabajador para comenzar con el teletrabajo. No es para todos y está bien. Aquellos más responsables o quienes no tienen problemas en gestionar su propio tiempo en la oficina, quizás tengan menor probabilidad de ser víctimas de las distracciones de no contar con supervisión en sitio.

Puntos a tomar en cuenta

• Tipo de actividades a desarrollar: ¿puede hacer las actividades desde casa sin necesidad de equipo especializado?
• Evolución de la productividad en oficina: ¿el personal cumple sus metas?¿Son productivos?
• Registro de asistencia: ¿afecta el teletrabajo a la asistencia de los empleados?
• Nivel de responsabilidad: ¿el nivel de responsabilidad requiere una supervisión directa para garantizar el cumplimiento de los plazos?
• Preferencia: ¿quiere trabajar desde casa a tiempo parcial o completo?

Y si aun con todo esto tu preocupación sigue presente, el implementar un plan de seguimiento puede ser la manera más sencilla para gestionar a tu equipo a distancia.

Plazos de entrega y el teletrabajo

Si tu equipo ya realiza sus actividades desde casa, ¡no temas!, una estrategia de gestión eficiente es todo lo que necesitas para que no caigan en las distracciones y sigan disfrutando los beneficios de trabajar desde su hogar.

Cuando trabajas con personas in situ, los plazos tienen una realidad virtual -no pueden avanzar si no se cumplen-, pero las cosas son diferentes cuando se presentan informes desde casa.

Aún así, los plazos de entrega, las llamadas de seguimiento virtual y supervisión de avances de tareas son tus mejores aliados contra los retos del teletrabajo y sus distractores.

Una de las formas más eficaces de gestionar un equipo es utilizar herramientas electrónicas que te permitan supervisar sus acciones desde tu ordenador, pero ¿qué pasa con los que no tienen acceso a estas herramientas? Puede ser difícil o incluso imposible para los que no pueden trabajar desde casa. En este caso, lo mejor es optar por un calendario de eventos para controlar los plazos de las tareas y asignar a los empleados tiempos específicos para realizarlas.

Recuerda que el teletrabajo, tanto su implementación como seguimiento, es un proceso continuo de aprendizaje en que tanto tú como tu equipo encontrarán la manera ideal para adaptarse, con el tiempo y las herramientas que mejor les funcione. Así que no desesperes, quizás sólo es cuestión de ajustar sobre la marcha.