antenas telefónicas

Las antenas telefónicas forman parte del paisaje cotidiano en ciudades, pueblos y carreteras de México. En ocasiones pasan desapercibidas, ocultas en torres, postes, azoteas o disfrazadas como palmeras falsas. Otras veces, simplemente no les prestamos atención, acostumbrados como estamos al ruido visual en nuestro día a día.

A pesar de todo esto, la función de las antenas telefónicas es esencial: conectar a millones de personas, empresas, dispositivos y servicios en tiempo real. Pero, ¿cómo llegaron las antenas telefónicas a México? ¿Siempre se usaron para lo mismo? ¿Qué papel cumplen hoy en día en una sociedad cada vez más digital?

En este artículo, exploraremos la historia, evolución y usos actuales de las antenas telefónicas en México; un componente clave en la infraestructura de telecomunicaciones del país.

Los primeros pasos: la telefonía fija y la radiocomunicación

Antes de hablar de antenas celulares, es necesario recordar que las primeras telecomunicaciones en México no requerían antenas, sino cables. A finales del siglo XIX, el telégrafo ––y luego la telefonía fija–– se instalaron en las principales ciudades del país. Las redes telefónicas urbanas se expandieron gracias a la Compañía Telefónica Mexicana (CTM) y otras concesionarias que conectaban casas, oficinas y comercios por medio de líneas de cobre.

Teléfonos viejos /Evolución de los teléfonos

Fue hasta mediados del siglo XX que empezaron a aparecer las primeras antenas para telecomunicaciones inalámbricas, pero no para celulares. Se usaban principalmente en dos contextos:

  • Radiocomunicación militar y de emergencia. Para la comunicación entre bases militares o servicios de seguridad.
  • Enlaces de microondas entre ciudades. Para transmitir señales telefónicas o de televisión, sin necesidad de cables físicos. Estas torres eran grandes estructuras de acero con antenas parabólicas.

Durante varias décadas, estas antenas fueron utilizadas principalmente por el gobierno, estaciones de radio y televisión, y grandes empresas.

El nacimiento de la telefonía móvil en México

La verdadera explosión en la popularidad de las antenas telefónicas, ocurrió en los años 80’s y 90’s, con la llegada de la telefonía móvil celular. México fue uno de los primeros países de latinoamérica en adoptar esta tecnología. En 1989, la empresa Iusacell (entonces del Grupo IUSA), lanzó el primer servicio de telefonía celular en la ahora Ciudad de México y en Monterrey, usando una red analógica (AMPS).

Estas primeras redes, requerían una serie de antenas llamadas “estaciones base”, que se instalaban estratégicamente para cubrir ciertas áreas geográficas, llamadas “celdas”. Por eso se llama telefonía “celular”: porque el país se divide en celdas que transmiten señales entre el usuario y la red telefónica, a través de antenas.

En aquella etapa, los teléfonos celulares eran caros, voluminosos y con cobertura muy limitada. Las antenas telefónicas eran pocas, grandes y cubrían distancias más amplias, aunque con menor calidad.

Ejemplos de teléfonos voluminosos, de principios de los 80's, 90's y 2000's

Con la llegada de Telcel y Movistar en la década de los 90’s, la infraestructura creció rápidamente. Se instalaron miles de antenas en torres, edificios y terrenos para cubrir cada vez más regiones del país, incluyendo zonas rurales y carreteras. No se puede decir que actualmente la telefonía celular abarque todas las zonas del país, pero es cierto que su cobertura continúa avanzando año tras año. 

Evolución tecnológica: de 2G a 5G

Con el paso de las décadas, la tecnología celular evolucionó, y con ella, también lo hicieron las antenas telefónicas y sus capacidades. Te compartimos esta síntesis de las tecnologías de telecomunicaciones, para que observes cómo ha evolucionado su papel en la sociedad:

  • 2G (década de 1990): Permitió las llamadas digitales y el envío de mensajes SMS.
  • 3G (2000s): Trajo el internet móvil básico, con velocidades modestas para navegar y enviar mensajes.
  • 4G/LTE (2010s): Ofreció internet móvil de alta velocidad, habilitando video en tiempo real, redes sociales, streaming, servicios de localización en tiempo real (en teléfonos y equipos como el UBI-Smart), y más. 
  • 5G (muy reciente en México y latinoamérica): Proporciona velocidades hasta 100 veces más rápidas que el 4G, con menor latencia, ideal para aplicaciones industriales, vehículos autónomos, realidad aumentada y más.

Cada nueva generación ha requerido más antenas y densidad, ya que las señales más modernas (como las de 5G) tienen un alcance más corto, pero mayor capacidad. Es por eso que hoy vemos antenas más pequeñas pero más numerosas, muchas de ellas camufladas en postes de luz o semáforos.

¿Para qué se usan hoy las antenas telefónicas?

Actualmente, las antenas telefónicas ya no sirven solo para hacer llamadas. Su función ha evolucionado drásticamente. Ahora, el acceso a internet móvil está al alcance de una gran parte de la población; inclusive, algunas zonas rurales cuentan con acceso a servicios digitales. Todo esto contribuye a una sociedad más conectada.

antenas telefónicas

Eso no es todo: en los hogares y espacios más modernos, los sensores, cámaras, alarmas, medidores inteligentes y vehículos conectados usan redes móviles para funcionar. Incluso muchas industrias, desde la logística hasta la salud, dependen de conexiones móviles confiables.

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Ahora lo sabes: las antenas telefónicas no son una tecnología que apareció un día tal como la conocemos ahora. Se trata, mejor dicho, de una herramienta producto de la evolución, pues lo que es ahora no es sino la respuesta a las necesidades de un mundo interconectado. 

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