El estrés es uno de los principales enemigos del mundo laboral moderno; podríamos definirlo como un estado de tensión ocasionado por factores externos al individuo.

Las consecuencias del estrés son amplias y van desde respuestas emocionales hasta alteraciones físicas. Se trata de una reacción natural del cuerpo ante situaciones desafiantes, lo que desencadena una cascada de cambios fisiológicos que preparan al individuo para enfrentar o evitar una amenaza. Si bien el estrés —en cantidades moderadas— puede servir como motivador, el estrés prolongado o excesivo puede tener efectos profundos en el bienestar de un individuo y su desempeño profesional.

En esta nota conoceremos un poco más sobre el estrés y cómo evitar que afecte la productividad de tu empresa.

Causas del estrés en el trabajo

Las causas del estrés provienen de diversas fuentes, tanto dentro como fuera del lugar de trabajo.

Factores estresantes en el lugar de trabajo

• Alta carga de trabajo y plazos: las cargas de trabajo excesivas y los plazos ajustados a menudo crean una presión elevada. La necesidad constante de cumplir objetivos o resultados puede ser abrumadora para los colaboradores.
• Expectativas poco claras y ambigüedad de roles: cuando los roles o expectativas laborales no están bien definidos, las personas pueden sentirse inseguras acerca de sus responsabilidades. 
• Conflictos interpersonales: los conflictos con colegas o supervisores, la falta de apoyo o un ambiente de trabajo tóxico. 
• Inseguridad laboral: el miedo a perder el trabajo debido a despidos, reducciones o reorganizaciones. 

Factores estresantes externos

• Presiones financieras: las preocupaciones sobre la estabilidad financiera, la deuda o el cumplimiento de las obligaciones financieras. 
• Problemas familiares y de relaciones: los conflictos dentro de las relaciones familiares o personales, el cuidado de dependientes o el manejo de crisis personales. 
• Preocupaciones de salud: Los problemas de salud física, las enfermedades crónicas o el cuidado de familiares enfermos. 
• Factores sociales y ambientales: las presiones sociales, la discriminación, las preocupaciones ambientales y los eventos globales. 

Evidentemente, el estrés es un enemigo que acecha todos los ámbitos en la vida de una persona. Evitarlo por completo resultaría, por lo menos, sumamente difícil. 

Ahora, ¿por qué evitar el estrés en los colaboradores debería ocupar un lugar alto en las prioridades de una empresa? 

Consecuencias del estrés en el trabajo

El impacto del estrés en el bienestar y el desempeño laboral de un individuo es multifacético. 

Consecuencias para el individuo

• Efectos físicos: el estrés prolongado puede manifestarse físicamente y provocar dolores de cabeza, tensión muscular, fatiga, problemas digestivos y función inmunológica comprometida. El estrés crónico puede aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares y otros problemas de salud.
  
• Impacto mental y emocional: puede ocasionar ansiedad, irritabilidad y cambios de humor. También puede provocar depresión y afectar la capacidad del individuo para concentrarse, tomar decisiones y resolver problemas de manera eficaz.
• Funciones cognitivas deterioradas: los niveles altos de estrés pueden obstaculizar las capacidades cognitivas, como la concentración, la memoria y la toma de decisiones. Esto impide la capacidad de un individuo para concentrarse en las tareas y tomar decisiones informadas, lo que disminuye la productividad general.
• Reducción de la eficiencia y la calidad del trabajo: el estrés a menudo conduce a una disminución de la eficiencia en el trabajo. Puede traer consigo errores, incumplimiento de plazos y una disminución en la calidad de entrega. Las tareas tardan más en completarse, lo que afecta el flujo de trabajo y el rendimiento de un individuo.
• Absentismo y presentismo: las enfermedades relacionadas con el estrés o el agotamiento pueden provocar que los empleados falten al trabajo –absentismo–. Incluso cuando están presentes, los niveles altos de estrés pueden conducir al presentismo, donde los empleados están físicamente en el trabajo pero no pueden desempeñarse de manera óptima debido a distracciones relacionadas con el estrés o problemas de salud.

Consecuencias para la empresa

Las repercusiones del estrés en la productividad de un individuo se extienden a implicaciones más amplias para una empresa. A continuación enlistamos algunas de ellas.

• Impacto en las relaciones y la comunicación: el estrés afecta la dinámica interpersonal. Puede tensar las relaciones entre colegas, generando conflictos, reducción de la colaboración y la comunicación eficaz; todos componentes vitales para un entorno de trabajo productivo.
• Disminución del rendimiento general: cuando varios empleados experimentan problemas de productividad relacionados con el estrés, esto culmina en una reducción significativa en el rendimiento general de la empresa. Los plazos incumplidos, los errores y las ineficiencias afectan colectivamente los resultados.
• Mayores costos de rotación y contratación: los empleados que experimentan estrés crónico tienen más probabilidades de buscar oportunidades laborales alternativas debido a la insatisfacción o el agotamiento. Esto se traduce en mayores tasas de rotación, incurriendo en gastos de contratación y formación para la empresa.
• Reputación y cultura laboral negativas: una cultura laboral cargada de estrés y sus consiguientes impactos puede empañar la reputación de la empresa. Puede disuadir a talentos potenciales de unirse a la organización y afectar la satisfacción del cliente si la calidad del producto o servicio se ve comprometida debido a empleados estresados.

¿Qué pueden hacer las empresas para combatir el estrés? 

Abordar el estrés en el lugar de trabajo es esencial para fomentar un ambiente de trabajo saludable y productivo. Existen algunas estrategias específicas por las que una empresa puede optar para gestionar y reducir el estrés entre los empleados.

Estrategias generales

• Promover el equilibrio entre la vida personal y laboral: fomentar horarios de trabajo razonables, ofrecer acuerdos laborales flexibles y promover la importancia de tomar descansos y vacaciones para evitar el agotamiento. Una buena planificación de actividades y tareas es necesario para lograrlo.
• Crear políticas y entornos de apoyo: establecer sistemas de apoyo, como programas de asistencia a los empleados, proporcionar recursos para el fortalecimiento de la salud mental y fomentar una política de puertas abiertas para discutir inquietudes relacionadas con el estrés.
• Ofrecer programas de manejo del estrés: realizar talleres, sesiones de capacitación o programas de bienestar que se centren en técnicas de manejo del estrés, prácticas de atención plena y estrategias de desarrollo de resiliencia.
• Fomentar una cultura laboral positiva: cultivar un ambiente laboral que valore la comunicación, reconozca los logros y apoye el bienestar mental y emocional de los empleados.

Estrategias individuales

Las personas también pueden adoptar mecanismos personales de afrontamiento, incluido el ejercicio regular, prácticas de atención plena, estrategias de gestión del tiempo, establecimiento de límites, búsqueda de apoyo social y priorización del autocuidado para gestionar el estrés de forma eficaz.

Las políticas de una empresa pueden ayudar al individuo en esta parte, proporcionándole apoyo para que comience su lucha contra este padecimiento. 

Comprender el estrés, sus causas y su impacto tanto en el bienestar personal como en el desempeño profesional es crucial para crear entornos que ayuden a las personas a gestionar eficazmente los niveles de estrés. Esto les ayudará a llevar una vida más sana y equilibrada.

Al reconocer y abordar activamente el estrés en el lugar de trabajo, las empresas no sólo priorizan la salud y el bienestar de sus empleados, sino que también mejoran la productividad, fomentan una cultura laboral positiva y, en última instancia, contribuyen al éxito organizacional sostenido.

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