Todos sabemos que debemos conducir con cuidado en la carretera para evitar accidentes. Sin embargo, hay algunos malos hábitos de conducción de los que muchos de nosotros no somos conscientes. Estos hábitos pueden provocar accidentes de tráfico y lesiones graves.
En esta entrada del blog, hablaremos de siete hábitos de conducción que causan accidentes de tráfico. Si te identificas con alguna de estas prácticas, te sugerimos modificarla lo antes posible.
Hábitos de conducción peligrosos
1. Exceso de velocidad:
El exceso de velocidad es una de las causas más comunes de los accidentes de tráfico. Muchos conductores creen que pueden ahorrar tiempo con el exceso de velocidad, pero esto no es cierto. Cuando aceleras, tienes más probabilidades de encontrarte en situaciones desfavorables por estar implicado en un accidente. Además, el exceso de velocidad hace más difícil controlar tu vehículo. Si te ves implicado en un accidente con exceso de velocidad, es más probable que sufras lesiones graves o seas el causante de éstas en otras personas.
2. Conducir agresivamente:
La conducción agresiva incluye ir detrás de otros vehículos sin respetar distancias, haciendo notoria la prisa por rebasarlos u ocupar el lugar de éstos; cortar el paso a otros conductores, tocar el claxon excesivamente y hacer gestos groseros. Este tipo de conducción puede provocar accidentes y también puede dar lugar a la ira en la carretera. ¿Por qué? Múltiples razones. Primero que nada, nuestra mente no está totalmente atenta a la tarea de conducir, sino que la conducción agresiva hace que el conductor esté mayormente enfocado en saltarse al de adelante y puede pasar por alto baches, cambios en el camino como curvas peligrosas y mucho más. Además, esto también distrae a los demás conductores y puede provocar que ellos se sientan amenazados y no presten suficiente atención a su alrededor.
3. No mantener una distancia segura:
Las colisiones por detrás son uno de los tipos de accidentes más comunes. Suelen estar provocados por conductores que no mantienen una distancia segura entre su vehículo y el de delante. Si sigues a otro coche demasiado de cerca, puede que no tengas tiempo suficiente para detenerte si el coche que te precede frena de repente. Es importante recordar que la capacidad de frenado de los vehículos varía según los modelos. Algunos podrán frenar alrededor de 12 segundos y aunque esto podría parecer muy rápido, en carretera y ante un percance, no lo es necesariamente. La distancia que le puede tomar a un vehículo utilitario frenar puede variar en varios metros; 10, 12 y hasta 20 metros. Sin embargo, si lo que se trata de evitar es una colisión inmediata, a veces esto no es suficiente. ¿Te imaginas si aún así no mantienes una distancia segura?
4. No utilizar las direccionales:
Muchos accidentes se producen porque los conductores no utilizan las direccionales, intermitentes y/o conducen sin las luces de frenos. Cuando hagas un giro, utiliza siempre tus direccionales para que los demás conductores sepan lo que estás haciendo. Esto les ayudará a estar preparados y a evitar un accidente. Recuerda que las luces son tu forma de comunicación con los demás. No pueden escucharte desde tu vehículo y mucho menos, darse una idea de tus intenciones de manejo o maniobras si no se los comunicas de una forma que todos entiendan. Por ello es importante utilizar las herramientas que los vehículos cuentan para esta función: las luces y direccionales.
5. Cambiar de carril sin mirar:
Otra causa común de accidentes es cambiar de carril sin mirar, este es el error que comete mucha gente mientras conduce, especialmente de noche o en la autopista, donde puede ser difícil ver con claridad en ambos lados del tráfico, así como cualquier vehículo que pueda aparecer de repente alrededor de los puntos ciegos, comprueba siempre los retrovisores y los ángulos muertos para asegurarte de que no hay otros vehículos en tu camino y que así puedas cambiar de carril con seguridad.
6. Saltarse los semáforos en rojo o las señales de stop:
El riesgo de sufrir un accidente al saltarse un semáforo en rojo es mayor de lo normal. Las consecuencias pueden ser más graves, porque no hay tiempo para que otro conductor reaccione y detenga su vehículo antes del impacto. Si te saltas las señales de Stop o los semáforos, tu negligencia no sólo te pone en peligro a ti, sino también a los demás conductores que te rodean. ¿Qué tiene que ver esto en las carreteras? Muchas de ellas, especialmente en México, atraviesan ciudades o poblados. Esto significa que en algún punto, te encontrarás con semáforos y señalética para detener tu vehículo. Es importante recordar que, aunque te encuentres en una carretera, cuando pases por estos lugares tendrás que estar pendiente de cruces.
7. Conducir distraído:
La conducción distraída es cualquier actividad que desvíe tu atención de la carretera. Esto puede incluir hablar por teléfono, enviar mensajes de texto, comer, beber o cambiar la emisora de radio. Conducir distraído es extremadamente peligroso y puede provocar accidentes graves. Cuando conduzcas mantén tus 5 sentidos enfocados al volante y a tu entorno.
¿Sólo estos hábitos de conducción provocan accidentes?
No, pero sí causan que nuestras reacciones ante otros factores no sean las adecuadas. Los accidentes de tráfico pueden ser causados por muchas cosas, como un error del conductor, las condiciones meteorológicas y los vehículos defectuosos. Sin embargo, la mayoría de estos se deben al comportamiento del conductor.
Para reducir el número de accidentes de tráfico y mantener las carreteras seguras, se debe educar a los conductores sobre los malos hábitos de conducción que pueden provocar accidentes. Solo así podremos reducir accidentes y estar preparados ante cualquier situación que requiera de reflejos rápidos.
Recuerda que sólo se necesita un segundo para que ocurra un accidente de tráfico, así que sé consciente de tus acciones cuando estés al volante.
¿Te identificas con alguno de estos hábitos o en tu empresa los has notado?